En un intento de amortizar las inversiones en investigación decidieron repetir la jugada del F-15E Strike Eagle y desarrollar un avión de ataque a suelo a partir del caza de superioridad aérea y ofrecieron a la USAF el FB-22 Strike Raptor.
Una de las configuraciones propuestas: fuselaje alargado y ala delta. Fíjense también en las tomas de aire hacia adelante como en el F-35.
Los cambios principales eran el alargamiento del fuselaje para aumentar la capacidad de carga y combustible y la ampliación del ala para adoptar una forma de delta que aumentase el radio de acción. Se pensó en el avión como un bombardero regional con capacidad stealth (discreto frente al radar), un papel que anteriormente había desempeñado el F-111.
El proyecto hubiera ayudado a amortizar el utillaje para la fabricación del F-22 y sustituiría al F-15E en las funciones de ataque y penetración profunda con el añadido de las capacidades furtivas. El FB-22 podría haber cargado 30 SMB (bombas de pequeño diámetro) de 113 kg guiadas por GPS a unos 2.500 km frente a 8 del mismo tipo a 965 km que puede llevar el F-22.
Un montaje para hacernos una idea del aspecto del FB-22 junto al F-22. Aunque el ala es una de las propuestas, al ser una foto modificada el fuselaje tiene el mismo tamaño y las tomas de aire son iguales.
Se propuso también cambiar el motor Pratt & Whitney F-119 del F-22 por los General Electric/Rolls Royce F-136 o por los Pratt & Whitney F-135 iguales al que lleva el F-35 (éste un sólo motor por dos que llevaría el FB-22)
Otra propuesta prescindía de las superficies verticales confiando el control a los alerones y las toberas direccionales de los motores. Pueden ver la estiba de bombas SDB y un par de misiles aire-aire en las bodegas laterales.
Tras intentar optar al programa Bombardero 2018 para dotar a la USAF de un bombardero provisional hasta la entrada en servicio del Bombardero 2037, en 2006 se abandonó cualquier intento de desarrollar el FB-22
